Informe económico mensual realizado por el área de Economía de PwC Argentina.
En el marco del anuncio del “Plan de Reparación Histórica de los Ahorros de los Argentinos”, el BCRA comunicó su objetivo de alcanzar bienestar financiero, el cual iría de la mano de la política open finance.
El Banco Central de la República Argentina, a través de las Comunicaciones “A” 8233 y 8234 anticipó la emisión de la Serie 4 de los BOPREAL, en el marco de la Fase 3 del Programa Económico.
El Banco Central de la República Argentina, a través de las Comunicaciones “A” 8233 y 8234 anticipó la emisión de la Serie 4 de los BOPREAL, en el marco de la Fase 3 del Programa Económico.
La provincia de Jujuy integra la región Noroeste de la República Argentina y entre sus principales actividades económicas destacan la agroindustria (donde resaltan la producción de tabaco y azúcar), la minería y el turismo.
Economista Jefe de PwC Argentina
El lanzamiento del “Plan de Reparación Histórica de los Ahorros de los Argentinos” durante mayo 2025 representa una medida que apunta en la dirección que el gobierno quiere imprimir a la economía en el largo plazo: mayor desregulación y libertad de acción por parte de los agentes económicos.
Sin embargo, esta iniciativa emerge en un contexto caracterizado por restricciones en el mercado de divisas y desafíos en el equilibrio externo; factores críticos para la estabilidad macroeconómica. En ese sentido, también contribuye a la coyuntura actual.
El BCRA, bajo los lineamientos del acuerdo con el FMI, debe revertir el saldo negativo de reservas netas, estableciendo metas progresivas de acumulación para el año en curso. Sin embargo, priorizando el objetivo de baja de inflación, se autolimita a comprar reservas por encima del piso de la banda. En consecuencia, y con el mercado internacional de deuda virtualmente cerrado -si bien recientemente hizo una colocación en pesos integrable en dólares, el costo aún es elevado- la única vía factible es favorecer la oferta de dólares para que la cotización toque el límite inferior.
Hacia adelante, los sectores energético y minero se posicionan como vectores estratégicos para el potencial exportador, anticipando una mejora en el saldo de cuenta corriente. Sin embargo, la materialización de estas inversiones requiere un horizonte temporal mayor.
La consolidación de reservas, dada la restricción externa, depende crucialmente del superávit en cuenta capital. Argentina enfrenta el desafío de fortalecer su atractivo para la inversión extranjera directa, diferenciándose de otras economías regionales que ya muestran flujos robustos en este rubro. Las recientes flexibilizaciones cambiarias, particularmente la liberación de utilidades y dividendos para las utilidades obtenidas durante 2025, constituyen pasos iniciales hacia este objetivo.
Bajo este escenario, y más allá del direccionamiento de largo plazo, es que se puede entender el objetivo de corto plazo del programa recientemente anunciado. La entrada de dólares “del colchón” al circuito financiero hace las veces de “entrada de capitales” y, aun cuando no exista la obligación de cambiarlos por pesos -lo que aumentaría la oferta de dólares- la mayor actividad derivada de la monetización de la economía se espera que aumente la demanda de la moneda local; con lo cual habrá cumplido su función.
Así, el plan podría funcionar como mecanismo puente, similar al blanqueo de finales de 2024, facilitando la transición hasta la entrada de mayores inversiones directas y la maduración de aquellas con destino a la exportación.
La inyección de fondos en el circuito formal no solo inyectará liquidez inmediata, sino que potencialmente cataliza un ciclo virtuoso de profundización financiera, elemento crítico dado el limitado desarrollo actual del sistema financiero argentino -de lo que damos cuenta en la sección Tracking de esta edición-.
En síntesis, esta iniciativa representa una aproximación pragmática que busca conciliar objetivos estructurales con necesidades de corto plazo.