Aunque pago, incentivos y beneficios se han mantenido prácticamente estáticos durante décadas, las preferencias de los empleados han evolucionado de manera significativa. En un mercado laboral cada vez más diverso y dinámico, es esencial que las empresas replanteen sus estrategias integrales de recompensas para atraer y retener talento.
A lo largo de la última década, las tendencias en los paquetes de beneficios han evolucionado, y las empresas deben estar atentas a estas transformaciones. La fuerza laboral actual es muy heterogénea y las actitudes hacia el trabajo están en constante cambio por lo que es fundamental tenerlas en cuenta.
La importancia relativa de la compensación financiera ha disminuido en la última década, mientras que beneficios como el seguro médico, bienestar y equilibrio entre el trabajo y la vida personal han duplicado e incluso triplicado su importancia. Las empresas, sin embargo, han sido lentas para adaptarse a estas tendencias. Muchas continúan ofreciendo paquetes de beneficios estándar sin considerar las preferencias individuales de sus empleados. Las encuestas de clima tradicionales pueden ser insuficientes para reflejar las preferencias cambiantes de los colaboradores, ya que se centran en momentos puntuales en lugar de reflejar las preferencias a largo plazo.
En este escenario, surge la necesidad de un nuevo enfoque para diseñar paquetes de recompensas adaptarlos al mundo laboral actual: generar datos, personalizar, comunicar y monitorear continuamente.
El primer paso implica comprender las preferencias a nivel individual utilizando datos recopilados a través de encuestas de clima y análisis de preferencias en tiempo real. Este enfoque “desde abajo hacia arriba” permite diseñar paquetes que reflejen el impacto potencial en cada empleado, en lugar de adoptar un enfoque estandarizado.
La personalización es clave para ofrecer paquetes de recompensas efectivos. Los datos revelan que los empleados valoran la elección y el control sobre sus beneficios. La regla del 80/20 sugiere mantener el 80% de la oferta actual, pero rediseñar el 20% restante para adaptarse a las preferencias cambiantes.
La comunicación efectiva es esencial para garantizar que los colaboradores comprendan claramente las ofertas de recompensas personalizadas. La propuesta de valor debe explicarse de manera transparente, y la experiencia del empleado debe ser similar a la de consumidores, facilitando la toma de decisiones.
Los líderes deben ser ágiles y reconocer que las preferencias de los colaboradores van a seguir cambiando a lo largo del tiempo, es por ello que el monitoreo es clave. Las empresas que estén dispuestas a cambiar sus ofertas de compensaciones generarán una victoria sostenible para todas las partes interesadas y tendrán una ventaja competitiva significativa en la búsqueda y fidelización de los talentos.
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