Quienes están a cargo de la dirección, gestión o planificación de los recursos humanos están familiarizados con la disrupción; de hecho, en el último tiempo han tenido que dedicar tiempo y energía a tareas tan diversas como diseñar el modelo de trabajo remoto e híbrido, comprender el fenómeno de la "gran renuncia", e incluso han tenido que intentar mantener a su gente a salvo durante la pandemia. En este contexto, es preciso abordar los desafíos urgentes y cambiantes que enfrenta la gestión del personal, sin perder de vista la planificación a largo plazo.
Un buen punto de partida es comprender mejor la dinámica de la que surge la estrategia de recursos humanos de una empresa. Cuatro fuerzas subyacentes —especialización, escasez, competencia y humanidad— han dado forma a la vida laboral en momentos clave de la historia de la humanidad, y vuelven a cobrar relevancia en la actualidad. En conjunto, estas fuerzas ofrecen un marco para ayudar a las organizaciones a entender la interacción entre la estrategia de Recursos Humanos, la empresarial, la cultura y la tecnología.
Dada la significativa interrelación de las fuerzas, no hay una única forma de abordarlas, por lo tanto, una de ellas puede representar una amenaza o una oportunidad interesante dependiendo de la perspectiva de cada empresa y, las relaciones entre ellas pueden ser en sí mismas un impulso útil para entablar conversaciones valiosas en el equipo, que son necesarias en la dirección de una empresa y que conducen a perspectivas sobre otras áreas que van más allá de los RR.HH.
Cuando las empresas comienzan a examinar los desafíos y las oportunidades en cuanto a los talentos teniendo en cuenta las cuatro fuerzas descritas, obtienen mejores resultados que los esperados. Por lo tanto, vale la pena que los líderes dediquen tiempo y atención a todo aquello que incentive estas relaciones y contribuya a mejorarlas.
Las empresas exitosas fomentan la cultura del “cambio y colaboración”, cambiando el enfoque de las actividades centradas en la función (rol) hacia una planificación dinámica, enmarcada en la tecnología y centrada en los resultados entregados.