Estamos frente a un nuevo mundo de trabajo, abierto a posibilidades infinitas, con cambios acelerados como resultado de las tecnologías emergentes. En consecuencia, los líderes están identificando una brecha entre los entornos cambiantes y las habilidades requeridas para hacer frente a los nuevos desafíos de negocio. No se trata solo de habilidades digitales, sino también de habilidades sociales, emocionales y cognitivas específicas que se requieren en los perfiles de los colaboradores.
Es por esto que el upskilling se plantea como el claro intento de las organizaciones para desarrollar las capacidades y empleabilidad de sus colaboradores, así como para avanzar y progresar en el conocimiento, habilidades y en la actitud requerida para mejorar tanto el negocio como el desarrollo individual. Upskilling, más que el diseño de programas tiene que ver con generar una cultura de aprendizaje que implica:
Las expectativas de los colaboradores han cambiado y esto requiere que los departamentos de gestión humana reimaginen cómo brindar una mejor experiencia para el colaborador, así como también fomentar las nuevas formas de trabajo, de manera que estén alineadas a la estrategia del negocio.
Según la última encuesta Pulse Survey de PwC, el 77% de los líderes de negocio consideran que la atracción y fidelización del talento es clave para lograr el crecimiento del negocio y del último sondeo de Gestión humana realizado por PwC Uruguay surge que dentro de las principales acciones que las empresas están realizando a la hora de atraer talentos tienen que ver con los planes de carrera y desarrollo de habilidades.
Por lo tanto, crear una nueva propuesta de valor para los colaboradores con foco en el desarrollo de habilidades, ayudará a las organizaciones a atraer y fidelizar una fuerza laboral más motivada y productiva que respaldará un desempeño corporativo superior, al mismo tiempo que mejorará la experiencia de los colaboradores.
Históricamente, las organizaciones han puesto mayor foco en la rentabilidad, perdiendo de vista la importancia de ofrecer una propuesta de valor integral a sus colaboradores. De esta forma se está volviendo cada vez más difícil atraer, motivar y fidelizar a los mismos mediante el enfoque de recompensa. Lo económico sigue siendo importante, pero además, las empresas deben comenzar a abordar y alinear las recompensas no económicas con las preferencias y necesidades de los colaboradores.
Por esta razón la Propuesta de Valor al Empleado (PVE) es una herramienta estratégica que permite a las organizaciones identificar los atributos que los actuales colaboradores y los potenciales talentos valoran, y así alinearlo con lo que la organización puede ofrecer. Se trata de la suma total de lo que experimentan y reciben las personas mientras son parte de una organización.
Los elementos que forman parte de una propuesta de valor tienen que ver con:
Modelo de compensación total, equidad interna y externa
Flexibilidad, autonomía, capacidad de colaborar, posibilidad de viajar, uso de la tecnología.
Programas de capacitación, acceso a retroalimentación y coaching, oportunidades de desarrollo.
Afiliación con los valores de la organización y el prestigio de la marca
Cómo los colaboradores experimentan su rol, equipo y organización
Cuidar la salud física y mental de los trabajadores a través de programas de bienestar, buscando el equilibrio trabajo-vida personal.
El ambiente de trabajo en la oficina o en casa (diseño físico, lugar de trabajo, equipo de oficina, beneficios de comida bebidas)
Dicha propuesta cumple con la particularidad de ser una herramienta flexible que debe ajustarse y rediseñarse constantemente, involucrando aspectos fundamentales que deben estar en equilibrio a fin de poder diseñar una herramienta que resulte atractiva y por tanto exitosa.
Rossana Grosso
Directora de Consultoría de Negocios, PwC Uruguay
Tel: (+598) 2916 0463 ext. 1332