Las inversiones y sus desafíos en Argentina

Clima inversor, consumo, destacados de las principales industrias, tipos de inversión extranjera.

Clima inversor

La economía argentina se ha recuperado en los últimos dos años, luego del impacto de la pandemia de COVID en la actividad económica. El crecimiento del PIB del 10,3 % en 2021 y del 5,2 % en 2022 ayudó a alcanzar los niveles previos a la pandemia. En 2023 se espera una desaceleración importante por el mal desempeño macroeconómico –alta inflación, falta de inversión, entre otros factores– y el grave impacto de la sequía sobre la producción agroindustrial, sumado a las elecciones presidenciales. Sin embargo, se proyecta un repunte en 2024 (los analistas estiman un crecimiento entre 1 % y 2 %). El país y el clima de inversión siguen viéndose afectados por los desequilibrios macroeconómicos. En 2022, la inflación fue del 94,8 % y se espera que supere el 100 % en 2023. Además, el peso argentino (ARS) se devaluó cerca del 72 % durante 2022, y la brecha entre el tipo de cambio oficial y el tipo de cambio alternativo ha estado en el rango del 100 %. Los controles de cambio sobre la moneda extranjera combinados con la recuperación de la actividad económica han llevado a una situación en la que muchas empresas en Argentina tienen un exceso de liquidez en moneda local. A corto plazo, se espera que esta situación siga favoreciendo las operaciones de fusiones y adquisiciones y las inversiones en la economía real, ya que las empresas buscan invertir su liquidez atrapada para protegerse frente al aumento de la tasa de inflación y la devaluación de la moneda.

Principales Industrias: aspectos destacados

Oil & Gas

Argentina tiene autoabastecimiento de petróleo crudo, pero depende de las importaciones para satisfacer la demanda local de derivados del petróleo y gas natural. El crecimiento futuro del sector Oil & Gas se sustentará principalmente en el desarrollo de reservas de hidrocarburos no convencionales en Vaca Muerta, formación ubicada principalmente en la provincia de Neuquén. Resulta importante mencionar que Argentina tiene la segunda mayor reserva de shale gas y la cuarta de shale oil del mundo, según los últimos datos disponibles de la Administración de Información de Energía de EE. UU. (EIA). El año 2022 fue positivo para la producción de hidrocarburos: aumentó 12 % la producción de petróleo y 1 % el gas natural. Como resultado de esta mayor producción, las importaciones de gas (que provienen principalmente de Bolivia y las importaciones de GNL) también se redujeron, lo que ejerció una menor presión sobre la salida de reservas en moneda extranjera. El sector necesita continuar mejorando su infraestructura de transporte para llegar a los mercados de exportación. En ese sentido, el gobierno anunció la construcción del Gasoducto Néstor Kirchner, que transportará gas desde Vaca Muerta hacia las terminales portuarias. La primera etapa demandará una inversión pública inicial de USD 2.000 millones; el oleoducto comenzará a operar en 2023.

Tecnología

Como resultado de los niveles crecientes de transformación digital, Argentina se ha convertido en un polo tecnológico regional. Entre las principales ventajas del país se encuentra su mano de obra calificada: los profesionales del sector suelen tener habilidades tecnológicas bien desarrolladas, hablan inglés y muchos comienzan a trabajar antes de graduarse. Además, la sociedad tiene altos niveles de iniciativa empresarial y, en general, la población está abierta a adoptar nuevas tecnologías y soluciones, razón por la cual Argentina suele ser utilizada para poner a prueba productos que luego se implementan internacionalmente. El sector también disfruta de ciertos beneficios fiscales, regulatorios y cambiarios.

Comercio electrónico

Con un total estimado de más de 21 millones de compradores en línea en 2022, este sector ha registrado grandes avances en los últimos años. Se enfocó en desarrollar mayores capacidades tecnológicas, operativas y organizativas, lo que le permitió brindar un alto nivel de servicio, con menores tiempos de entrega, mayor precisión, y métodos de pago digital. En el futuro, el desafío será satisfacer a los usuarios más exigentes y con mayor experiencia.

Sector inmobiliario 

A pesar de las dificultades macroeconómicas, el sector inmobiliario sigue siendo una industria con mucho potencial en Argentina, principalmente porque se lo percibe como una reserva de valor para los inversionistas locales. La pandemia generó cambios significativos en los gustos de los consumidores, como en muchos otros países. Ahora, los consumidores prefieren lugares verdes y abiertos, y buscan la sustentabilidad y la tecnología. Además, se están modificando los centros de las ciudades para dar paso a proyectos de uso mixto, como sucede en el microcentro de la ciudad de Buenos Aires. El principal mercado inmobiliario del país es Buenos Aires, pero también han crecido otras ciudades/provincias, como Neuquén (debido al boom del Petróleo y Gas en esa región). Los precios de las propiedades han caído drásticamente (en algunas áreas hasta en un 40 %–50 % en comparación con los precios de 2018–19) como resultado de la depreciación del peso durante los últimos 5 años y una contracción general del crédito (en Argentina, los préstamos hipotecarios representaron solo el 0,4 % del PIB en 2021). Esto se traduce en una oportunidad para adquirir propiedades a precios históricamente bajos.

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